La Comisión Ambiental Metropolitana (CAMe) fue presentada como una respuesta institucional al problema de la contaminación en la zona metropolitana de Nuevo León, pero a tres meses de su instalación, la falta de acciones reales comienza a generar frustración. Pese a las nueve reuniones celebradas desde marzo, los resultados tangibles siguen sin aparecer, y los compromisos anunciados al inicio del proyecto no se han traducido en medidas eficaces para mejorar la calidad del aire.
La situación preocupa tanto a la ciudadanía como a colectivos ambientalistas, quienes advierten que la contaminación sigue creciendo mientras la CAMe se limita a encuentros sin consecuencias prácticas. Las promesas de regulación vehicular, sanciones a empresas contaminantes y control interinstitucional se han quedado, por ahora, en el discurso.
Crisis de contaminación sin soluciones
Durante estos tres meses, la comisión ha llevado a cabo nueve sesiones de trabajo, la mayoría de ellas sin acceso público. Solo dos reuniones —la de instalación y una el pasado 12 de mayo— han sido abiertas. En esta última se anunció una multa de 80 millones de pesos a la empresa Ternium por daños ambientales, pero fuera de ese caso, no se han conocido nuevas sanciones ni operativos relevantes contra otras fuentes de contaminación.
Activistas como Liliana Flores, integrante del Grupo de las Seis, han cuestionado el desempeño de la CAMe, señalando que la única propuesta con cierto peso ha sido la reciente intención del gobernador Samuel García de crear una División Ambiental en Fuerza Civil, encargada de sancionar delitos graves contra el medio ambiente. No obstante, dicha propuesta carece aún de detalles, estructura o presupuesto definido.
Promesas sin fecha de aplicación
En una de las sesiones anteriores, Hernán Villarreal, secretario estatal de Movilidad, compartió algunas ideas como el escalonamiento de horarios laborales en empresas o la obligatoriedad del transporte escolar, medidas que podrían ayudar a reducir el tráfico y, por ende, las emisiones. Sin embargo, no hay claridad sobre cuándo entrarían en vigor ni si cuentan con el respaldo suficiente para su implementación.
Además, otras propuestas hechas desde marzo, como el retiro de circulación de vehículos altamente contaminantes, siguen en espera. Tampoco hay evidencia de que se haya avanzado en la prometida coordinación entre municipios y el estado para establecer controles conjuntos en materia ambiental.

Falta de transparencia de la Comisión Ambiental
Otro de los puntos que más críticas ha generado es la opacidad con la que se han conducido las actividades de la CAMe. A excepción de dos sesiones, el resto de los encuentros se ha mantenido fuera del alcance de la prensa y de los ciudadanos, lo que dificulta el seguimiento a los acuerdos y la rendición de cuentas en Nuevo León.
Aunque la instalación de la comisión contó con la participación de autoridades estatales, municipales y federales, incluyendo a la secretaria de Medio Ambiente Alicia Bárcena, la falta de continuidad, transparencia y resultados está minando la credibilidad del proyecto. Para muchos ciudadanos, la CAMe está más cerca de ser un foro simbólico que un ente con impacto real en las políticas públicas del estado.
¿Quieres saber qué ha hecho la CAMe en tres meses?
Consulta el siguiente artículo para conocer sus acciones, omisiones y lo que sigue pendiente en la lucha contra la contaminación en Nuevo León: Instala Samuel García Comisión Ambiental Metropolitana en Nuevo León