El Poder del Consumidor (EPC) encendió las alarmas sobre un ingrediente presente en el popular condimento Tajín. Este producto, muy utilizado para acompañar frutas, botanas y bebidas en México, contiene dióxido de silicio, un aditivo que, en uso prolongado, podría tener efectos nocivos para la salud.
Aunque este compuesto se emplea como antiaglutinante y es considerado seguro en pequeñas cantidades, EPC advirtió que su acumulación en el organismo puede provocar problemas graves. Entre ellos, afectaciones pulmonares, neuronales y celulares.
El dióxido de silicio no es el único punto de atención. El alto contenido de sodio de Tajín, que supera el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en solo una cucharadita, también representa un riesgo para la salud cardiovascular.

El dióxido de silicio bajo la lupa
El EPC explicó que este ingrediente, presente en un 0.5% de la mezcla, puede provocar toxicidad aguda si se consume de forma constante o en altas dosis. Entre los riesgos documentados se encuentra la silicosis, una enfermedad respiratoria que daña los alvéolos y dificulta la correcta oxigenación del cuerpo.
Estudios recientes señalan que la exposición prolongada también podría afectar la diferenciación neuronal y el funcionamiento de las mitocondrias. Estos pequeños órganos celulares son esenciales para la producción de energía, por lo que cualquier alteración en su desempeño puede impactar diversas funciones del organismo.
Aunque la presencia del dióxido de silicio en Tajín se encuentra dentro de los límites legales, la preocupación de EPC radica en el consumo frecuente y combinado con otros productos que también lo contienen. Esto podría aumentar el riesgo por acumulación en el cuerpo.
El sodio, otro problema importante del Tajín
Además del dióxido de silicio, el sodio en Tajín es otro factor de riesgo. Una sola porción de 5 gramos (una cucharadita) contiene 968 mg de sodio. Para un adulto, esto equivale a casi la mitad de la ingesta máxima diaria recomendada. En el caso de un menor, representa el 64% del límite.
El consumo excesivo de sodio se asocia con el endurecimiento de las arterias, el aumento de la presión arterial y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Si el Tajín se consume junto con botanas saladas, el exceso se alcanza con facilidad.
Pese a que el envase porta el sello de advertencia “Exceso de sodio”, EPC criticó que su diseño cilíndrico y las leyendas como “sin colorantes ni saborizantes artificiales” pueden generar una percepción de producto natural y saludable, opacando los riesgos reales.
La popularidad y el consumo frecuente
Tajín es uno de los condimentos más populares en México y otros países de América Latina. Su sabor ácido y picante lo ha convertido en un acompañante habitual para frutas, verduras, botanas y hasta cocteles.
El problema, según EPC, no está en un consumo ocasional, sino en la frecuencia y cantidad. Muchas personas lo utilizan a diario, sin considerar que el sodio y aditivos como el dióxido de silicio pueden acumularse en el cuerpo con el tiempo.
Las advertencias de EPC no buscan prohibir el producto, sino informar a los consumidores para que tomen decisiones conscientes sobre su alimentación. Reducir la cantidad y alternar con otros condimentos más naturales podría ser una forma de disminuir riesgos.
Array