La investigación sobre Agua y Drenaje reveló que el organismo adquirió válvulas con un sobreprecio y además contrató a empresas externas para instalarlas. El caso, que involucra adjudicaciones directas, confirma que la crisis de sequía fue usada como argumento para evitar licitaciones. Este episodio de Agua y Drenaje expone un nuevo cuestionamiento a su gestión financiera.
Contratos A Externos Pese A 700 Trabajadores Disponibles
La polémica creció cuando se conoció que Agua y Drenaje pagó más de 46 millones de pesos a dos empresas para instalar válvulas. Lo llamativo es que la paraestatal cuenta con al menos 700 empleados dedicados a instalación y mantenimiento. ¿Por qué no utilizaron a sus trabajadores para instalar estas válvulas?
Los contratos firmados en octubre de 2022 fueron adjudicados de manera directa a ACPROIN y Prefabricados y Materiales CYSA. Se les encomendó la colocación de 829 válvulas, aunque la compra total fue de 1,927 piezas.
El contrato colectivo del organismo establece que estas labores corresponden al personal sindicalizado. Incluso señala que, si se contrata a externos, se debe indemnizar a los trabajadores con el equivalente al salario perdido. Pese a esto, la administración de Agua y Drenaje optó por la vía de las adjudicaciones directas.

Agua Y Drenaje Justificó Con Sequía Y Emergencia Estatal
El argumento oficial fue la crisis por sequía que afectaba a Nuevo León en 2022. Según los contratos, las acciones eran urgentes para modular la presión y reducir pérdidas en la red. Esa justificación sirvió para eludir el proceso de licitación pública.
El primer contrato, con ACPROIN, fue por 40.6 millones para instalar 730 válvulas. El segundo, con CYSA, fue por 5.5 millones y contemplaba la instalación de 99 piezas. Ambos contratos se sustentaron en la declaratoria de emergencia estatal.
Agua Y Drenaje Compró Válvulas Con Sobrecosto Excesivo
Además de pagar por la instalación, Agua y Drenaje adquirió las válvulas con un sobrecosto notable. El contrato fue asignado en octubre de 2022 a Bermad Control de Flujo por un monto total de 75.7 millones de pesos.
De esa cifra, al menos 51 millones corresponden al sobrecosto. Las válvulas de 6 pulgadas, adquiridas en 54,509 pesos por pieza, tenían un precio de mercado de apenas 13,440 pesos. El diferencial fue de 306%.
En el caso de las válvulas de 4 pulgadas, el precio pactado fue de 34,388 pesos cada una, cuando el costo de mercado era de 12,657 pesos. La diferencia marcó un sobrecosto del 172%.
Si se hubieran adquirido a precio normal, el gasto total sería cercano a 24.7 millones. Sin embargo, se terminaron pagando más de 75 millones.
Las Críticas A Su Manejo Financiero
El responsable de firmar estos contratos fue Eduardo Ortegón Williamson, entonces director de Tecnologías e Innovación. Meses después, fue nombrado director general adjunto de la paraestatal.
Este no es el único caso en el que Agua y Drenaje recurre a esquemas financieros cuestionados. En abril pasado se reveló que el Gobierno estatal terminará pagando casi 15 mil millones en un periodo de 9 años por el acueducto El Cuchillo 2, a pesar de que su parte inicial era de poco más de 5 mil millones.
Más recientemente, el Consejo de la paraestatal frenó un financiamiento por 26 mil millones para un proyecto de reuso de agua residual. El argumento fue que el esquema era demasiado caro y poco transparente.
Estas decisiones han generado un ambiente de desconfianza hacia la administración de Agua y Drenaje. Para muchos, el discurso de la sequía se convirtió en la excusa perfecta para saltarse procesos de control.
Mala Gestión Y Falta De Respuestas Claras
En un comunicado, la institución negó haber incurrido en sobrecostos. También cuestionó la validez de las cotizaciones que mostraban los precios reales. Sin embargo, no presentó pruebas para respaldar sus afirmaciones.
La falta de claridad alimenta las críticas sobre la forma en que se maneja el organismo. Especialmente porque la compra de válvulas y su instalación se dieron bajo condiciones extraordinarias, pero sin transparencia.
El caso de las válvulas expone cómo decisiones de alto impacto financiero fueron tomadas sin licitación pública. Además, muestra una contradicción entre lo que el organismo afirmó en contratos y lo que difundió en sus redes sociales sobre el trabajo de sus empleados.
Agua Y Drenaje, Entre Urgencia Y Polémica
El caso de las válvulas de presión resume el dilema actual de Agua y Drenaje. Por un lado, el organismo se escuda en la urgencia de atender una crisis de sequía. Por otro, los números y contratos muestran adjudicaciones directas, sobrecostos y contradicciones.
El problema no es solo financiero. También afecta la confianza ciudadana en una institución encargada de un servicio básico como el agua. Cada peso gastado de más representa recursos que pudieron destinarse a otras áreas críticas para la población en estos momentos.
La polémica por los contratos, sumada a los costos inflados y la falta de licitación, deja claro que la gestión de Agua y Drenaje seguirá bajo la lupa.
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