Agua y Drenaje salió a negar el presunto sobrecosto de hasta 306 por ciento en la compra de casi 2 mil válvulas. Sin embargo, la respuesta no disipó las dudas: especialistas y ciudadanos reclaman más transparencia y cuestionan que la adjudicación directa de 2022 se haya hecho sin publicar información detallada de los contratos. El organismo asegura que todo se hizo conforme a la ley, pero las cifras millonarias mantienen viva la polémica.
La Negativa Oficial Y La Emergencia De 2022
La paraestatal emitió una carta firmada por Eduardo Ortegón Williamson, director adjunto, donde rechazó haber pagado montos inflados. Según la versión oficial, las válvulas fueron adquiridas con precios de mercado y bajo procesos técnicos adecuados.
El argumento principal fue que la adjudicación directa estaba justificada, ya que en 2022 Nuevo León enfrentaba una de las peores sequías en décadas. La prioridad, señalaron, era garantizar el suministro de agua a la población, aunque eso implicara tomar decisiones rápidas.
Sin embargo, esa explicación no convenció a todos. Para varios analistas, la urgencia no puede ser excusa para relajar los controles de transparencia ni para justificar diferencias de precios tan abultadas.

La Postura De La Proveedora
La defensa de Agua y Drenaje incluyó un respaldo de Bermad Control de Flujo, la empresa proveedora señalada en las denuncias. La firma negó haber emitido cotizaciones más bajas que las utilizadas como referencia en el reportaje original.
Según Bermad, el documento presentado como prueba no corresponde a ninguna cotización oficial y no se originó en sus canales de comunicación. La compañía enfatizó que cualquier presupuesto válido solo puede obtenerse directamente con ellos.
Aunque este deslinde parece reforzar la versión oficial, tampoco despeja del todo las dudas. La pregunta central sigue abierta: ¿se pagó o no un precio inflado por las válvulas?
El Presunto Sobrecosto
Los reportes periodísticos aseguraron que Agua y Drenaje pagó 75 millones 763 mil pesos por la compra de 1,927 válvulas. De esa suma, alrededor de 51 millones corresponderían a un sobrecosto calculado con base en cotizaciones de agosto de 2023.
El señalamiento es contundente:
- Para las válvulas de 6 pulgadas, de las que se compraron 472 piezas, el sobreprecio habría sido del 306 por ciento.
- Para las válvulas de 4 pulgadas, con 1,455 unidades adquiridas, se calculó un sobrecosto del 172 por ciento.
Estas cifras resultan alarmantes porque implican pagar hasta tres veces más de lo que, presuntamente, costaban en el mercado.
Ciudadanía Y Expertos Piden Explicaciones
Lejos de calmar los cuestionamientos, la carta oficial avivó el debate. Colectivos ciudadanos y académicos en finanzas públicas insisten en que Agua y Drenaje debe publicar de inmediato todos los documentos relacionados con la compra.
La exigencia incluye contratos completos, facturas, estudios técnicos y dictámenes que justifiquen el precio pagado. Para los especialistas, no basta con afirmar que los valores eran de mercado: es necesario probarlo con evidencia concreta.
Además, algunos recordaron que durante emergencias los precios pueden fluctuar, pero difícilmente alcanzan porcentajes de sobreprecio superiores al 300 por ciento. Esto refuerza la percepción de que hubo irregularidades o, al menos, fallas graves de planeación.
La Falta De Confianza En Agua Y Drenaje
El organismo no atraviesa su mejor momento en materia de credibilidad. La crisis del agua en 2022 y 2023 dejó a miles de familias sin acceso regular al servicio, lo que generó desconfianza hacia la gestión de la paraestatal.
Por eso, cualquier denuncia de sobrecosto pega directamente en la percepción ciudadana. Para muchos, se trata de un síntoma de desorden administrativo, ineficiencia y, en el peor escenario, de corrupción.
La población exige más transparencia y soluciones claras, no solo comunicados defensivos. La falta de confianza se traduce en una crisis institucional que golpea la imagen de Agua y Drenaje.
El Reto De La Transparencia
Este caso vuelve a poner sobre la mesa un debate recurrente: la falta de rendición de cuentas en las compras públicas. Aunque la carta oficial afirma que todo se hizo correctamente, no se ha publicado la documentación completa que respalde los montos pagados.
La transparencia no debería depender de filtraciones o reportajes, sino de la publicación proactiva de información. Sin datos abiertos y verificables, la palabra oficial se percibe insuficiente.
En ese sentido, organizaciones civiles han señalado que Agua y Drenaje debería abrir un portal con toda la información relacionada con adquisiciones de emergencia, incluyendo las válvulas. Solo así se disiparían las sospechas.
Riesgos De Las Adjudicaciones Directas
Uno de los puntos más polémicos es el uso de la adjudicación directa. Aunque legal en casos de emergencia, este mecanismo debe ser excepcional, no la norma.
Las adjudicaciones sin competencia abren la puerta a opacidad y a precios inflados. En este caso, el sobrecosto denunciado refuerza la preocupación de que se haya abusado de este procedimiento bajo el pretexto de la sequía.
Expertos en contrataciones públicas insisten en que siempre se debe privilegiar la licitación, incluso en emergencias, para garantizar precios competitivos y procesos más transparentes.
Conclusión: Una Crisis De Credibilidad
Agua y Drenaje niega categóricamente haber pagado un sobrecosto, pero la falta de documentos públicos y las cifras reportadas mantienen las dudas vivas.
La defensa oficial y el deslinde de la proveedora no alcanzan para disipar la desconfianza. La ciudadanía percibe que se pagaron “válvulas de oro” en plena crisis hídrica y que el organismo no ha sido capaz de demostrar lo contrario.
Más allá de lo administrativo, el caso refleja una crisis de credibilidad: mientras no se publique información completa, la sombra de la opacidad seguirá pesando sobre Agua y Drenaje. Y en un estado golpeado por la falta de agua, esa falta de confianza es un lujo que nadie se puede permitir.
Array