San Pedro Garza García vuelve a colocar el foco en su primer cuadro. A inicios de este año, el municipio comenzó a perfilar un nuevo plan para integrar el Casco Urbano, con la intención de darle un giro más comercial, cultural y turístico. La propuesta surge después de una remodelación previa que dejó múltiples cuestionamientos entre vecinos y especialistas.

Aquella intervención redujo cajones de estacionamiento y estrechó calles clave. Esto, además de afectar a residentes, complicó el acceso de cuerpos de rescate. En ese contexto, el municipio planteó una nueva ruta para reorganizar la zona histórica y redefinir su vocación urbana.
El plan no nació de manera improvisada. Durante la administración del entonces alcalde Mauricio Fernández, se encargó un estudio urbano con el objetivo de analizar cómo integrar restaurantes, bares y espacios de entretenimiento en el corazón del municipio. La idea era transformar el área en un espacio más activo y atractivo.
Sin embargo, el estudio no fue ampliamente difundido. Aunque fue concluido en 2025, su contenido quedó limitado a una consulta discreta en el portal oficial del municipio. Esto generó dudas sobre el alcance real del proyecto y la forma en que se comunicó a la ciudadanía.
Estudio Para Casco Urbano Encargado En 2025
El documento lleva por nombre Análisis y Estudio de Integración Urbana en la Zona Norponiente y Casco Urbano. Fue elaborado por el despacho Grupo de Diseño Urbano Sociedad Civil, encabezado por el reconocido arquitecto mexicano Mario Schjetnan. Se trata de una figura con amplia trayectoria en proyectos urbanos y paisajísticos a nivel nacional e internacional.
El contrato fue firmado el 4 de febrero y contempló un monto de 521 mil 420 pesos, IVA incluido. En el documento aparecen las firmas de Ana Schjetnan Romero, representante de la empresa e hija del arquitecto, así como de la titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas de San Pedro.
Aunque el estudio fue pactado para concluirse en un plazo aproximado de un mes, nunca fue presentado públicamente como un proyecto integral. La información disponible se mantuvo limitada, pese a que el tema involucra decisiones urbanas de alto impacto para residentes y visitantes. La existencia del estudio se conoció gracias a una revisión del portal oficial del municipio.
Propuestas Para Un Casco Más Comercial
Uno de los elementos que más llamó la atención fue el adelanto dado por el propio Mauricio Fernández en febrero. En entrevista, habló sobre la posibilidad de convertir la actual Presidencia Municipal en un museo arqueológico, como parte de una visión más amplia para el centro del municipio.
En ese mismo contexto, Fernández explicó que la intención era avanzar hacia un entorno más peatonal. Habló de restaurantes, bares pequeños y espacios de entretenimiento que convivieran con áreas culturales y comerciales. La meta era crear una experiencia urbana más amable y activa.
También mencionó la idea de desarrollar un mercado gourmet en los terrenos donde anteriormente se ubicaba la Secretaría de Seguridad. Ese espacio, dijo, sería un punto clave para articular la nueva dinámica del Casco Urbano y atraer tanto a residentes como a visitantes.
Sin embargo, en esa presentación pública se mezclaron dos proyectos distintos. Por un lado, el estudio de integración urbana encabezado por Mario Schjetnan. Por otro, el rediseño arquitectónico de la Presidencia Municipal, a cargo de otra reconocida arquitecta mexicana.
Arquitectos, Contratos Y Falta De Claridad Pública
El rediseño de la Presidencia Municipal fue asignado a Tatiana Bilbao, arquitecta de prestigio internacional. Fernández explicó que se trataba de una asignación directa, al considerar que no era viable concursar un proyecto de ese tipo para un edificio emblemático del municipio.
La intención, según lo dicho entonces, era integrar el inmueble al proyecto arqueológico y cultural del centro. De esta forma, la alcaldía dejaría de funcionar como sede administrativa y se convertiría en un museo.
No obstante, el cruce de información generó confusión. En su momento, no se aclaró que el diseño de Bilbao y el estudio de Schjetnan eran trabajos paralelos. Tampoco se transparentaron los alcances específicos de cada uno dentro del proyecto en San Pedro.
Esta falta de claridad alimentó cuestionamientos sobre la planeación urbana y la toma de decisiones. Vecinos y observadores urbanos señalaron que, sin una presentación pública completa, resulta difícil evaluar los beneficios y riesgos de una transformación de esta magnitud.
Un Proyecto Con Impacto Urbano Y Social
La integración del Casco Urbano no es un tema menor. Implica cambios en movilidad, uso de suelo, comercio y vida comunitaria. Para muchos residentes, el recuerdo de la remodelación anterior sigue presente, especialmente por los problemas de estacionamiento y acceso vial.
Por otro lado, el municipio busca posicionar a San Pedro como un referente urbano con oferta cultural y gastronómica. En esa lógica, el centro histórico se convierte en una pieza estratégica para el desarrollo económico y turístico.
El reto está en equilibrar ambos intereses. Un proyecto en San Pedro de esta naturaleza requiere diálogo con vecinos, transparencia en los estudios y claridad en los objetivos. Sin ello, cualquier avance corre el riesgo de generar más polémica que consenso.
Mientras tanto, el estudio de integración urbana permanece disponible solo para consulta digital. No se ha anunciado una presentación pública ni un calendario claro para su implementación. El futuro del Casco Urbano sigue en etapa conceptual, a la espera de definiciones más concretas.
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